Signos, síntomas y señales de alarma

Dolor torácico con sensación de malestar

El dolor torácico es una de las señales de aviso más importantes de un infarto de miocardio (IM).


El dolor torácico es una de las señales de aviso de un infarto de miocardio. El dolor puede durar unos minutos o más. Por lo general, se siente un dolor aplastante u opresivo en el pecho, pero puede ser más sutil como un malestar o una sensación de ardor. Normalmente, el dolor empieza en el centro del pecho y puede ir acompañado de sudoración y náuseas. El dolor se irradia a otras zonas de la parte superior del tronco, como los brazos (normalmente al brazo izquierdo), la espalda e incluso la mandíbula.

Llame a una ambulancia inmediatamente si el dolor torácico persiste durante más de 10 minutos.
No vaya al hospital por sus propios medios, ya que no es seguro que su hospital más cercano disponga del equipamiento necesario para hacer frente a un infarto de miocardio las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

 

Palpitaciones y lipotimias

Cómo actuar si sufre palpitaciones o una lipotimia

 

Palpitaciones


Las palpitaciones son sensaciones de latidos cardíacos que se perciben como si el corazón estuviera latiendo de forma irregular, acelerada o con violencia y se hacen más perceptibles. Las palpitaciones suelen durar unos segundos o minutos, pero también pueden prolongarse.

La mayoría de las veces, las palpitaciones no son graves. Las personas tienden a ser más conscientes de los latidos de su corazón cuando están estresadas. La cafeína, el tabaco, el alcohol y las drogas ilícitas pueden desencadenar palpitaciones. Otras causas son cambios hormonales, emociones fuertes, ejercicio vigoroso y ciertos fármacos.

Reducir o evitar el desencadenante debería detener las palpitaciones (consulte primero con un médico si cree que los medicamentos son la causa). Consulte con su médico también si las palpitaciones persisten, las sufre con más frecuencia o están asociadas con otros síntomas como aturdimiento.

 

Síncope

El síncope se conoce más comúnmente como desmayo, desvanecimiento o lipotimia. Se refiere a una pérdida temporal de la conciencia y generalmente provoca la pérdida de equilibrio o caídas repentinas. La causa más frecuente es la tensión baja y a menudo afecta a adolescentes y mujeres jóvenes. Algunas personas experimentan vértigo, sensación de mareo, náuseas o debilidad justo antes de perder el conocimiento durante unos segundos.

Si se siente mareado o aturdido, siéntese o acuéstese para que recobrar la presión arterial. Si se desmaya, visite a su médico para descartar otras causas como trastornos del ritmo cardíaco, estrechamiento de vasos sanguíneos, problemas de válvulas cardíacas y otras afecciones.

 

Cómo actuar si se marea.

Un ligero aturdimiento puede ser un síntoma significativo de cardiopatía.

Puede ser una señal de alarma de un infarto de miocardio inminente. No obstante puede tener muchas causas y no siempre está relacionado con un problema cardíaco. Por ejemplo, la presión arterial baja transitoria o un nivel bajo de azúcar en la sangre pueden ser la causa.

Si se siente mareado, siéntese, beba un vaso de agua y tome algo de azúcar si es posible. Si no se recupera en unos minutos o si empieza a sentir palpitaciones o tiene otras señales de alarma de infarto (como dolor o molestias en el pecho), llame a los servicios sanitarios de urgencia.

 

Lo que debe saber sobre las náuseas

Las náuseas y los vómitos pueden estar presentes cuando se produce un infarto de miocardio.


Las náuseas son un síntoma frecuente de un infarto. Si ha tenido un infarto de miocardio anteriormente o está en alto riesgo (por ejemplo, si tiene diabetes, sobrepeso y fuma), tenga en cuenta que las náuseas y los vómitos pueden ser una señal de aviso de sufrir un infarto de miocardio.

Si vomita o presenta otros síntomas de infarto de miocardio, como dolor torácico, llame a los servicios sanitarios de urgencia.

 

Lo que debe saber sobre la disnea

La disnea es un síntoma típico de infarto de miocardio


La falta de aliento es la sensación de dificultad para respirar. Puede ocurrir repentinamente al hacer ejercicio, pero también puede ocurrir en reposo. Hay varias causas, pero es importante consultar con su médico o cardiólogo si tiene episodios de disnea, incluso si es solo al practicar ejercicio.

Llame a los servicios sanitarios de urgencia de manera inmediata si tiene dificultad para respirar y sufre síntomas de infarto de miocardio, como dolor torácico u opresión en el pecho.

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